Buenas tardes, feligreses del absurdo. Justo a la hora en que se sientan a la mesa, quizá para calentar en el microondas las sobras de ayer (si es que se atreven a encenderlo), el Gobierno de España ha decidido hacer el anuncio más importante de la legislatura. No es una subida de pensiones. No es un nuevo plan de empleo. Es una rendición. Incondicional.
En una rueda de prensa que pasará a la historia de la impotencia, la Ministra de Energía, con la misma cara que se le queda a un fontanero cuando ve una tubería que no puede arreglar, ha confesado: «Hemos agotado nuestra caja de herramientas». La factura de la luz se ha disparado un 40% en un mes, alcanzando un nuevo récord histórico, y el Estado, ese ente todopoderoso que te vigila, te multa y te cobra impuestos, se ha declarado oficialmente inútil.
Es el «sálvese quien pueda» energético. Es la confesión de que no están al mando. De que el barco lo gobierna una entidad abstracta, caprichosa y voraz llamada «el mercado». Y para que entiendan la gravedad de la situación, hemos interceptado el comunicado que esa misma entidad les está enviando a sus hogares.
COMUNICADO URGENTE DEL MERCADO ELÉCTRICO
A la atención de: El rehén (anteriormente conocido como «ciudadano» o «consumidor»).
De parte de: La Junta Directiva del Pool Eléctrico y sus empresas asociadas.
ASUNTO: Actualización de su Cautiverio Energético.
Estimado rehén,
Nos dirigimos a usted para informarle de las nuevas condiciones de su secuestro. A partir de hoy, el rescate diario por su poder adquisitivo ha sido incrementado en un 40%. No es nada personal, son solo negocios.
Hemos tenido conocimiento de que sus negociadores (ese grupo de señores que usted llama «Gobierno») han intentado mediar. Han pataleado. Han usado palabras muy fuertes en ruedas de prensa. Han sacado su «caja de herramientas», que por lo visto contenía un par de tiritas y un manual de autoayuda. Como era de esperar, han fracasado estrepitosamente.
Por tanto, queremos que le quede clara una cosa: están solos.
Vuestros representantes han tirado la toalla. Se han rendido. Han admitido públicamente que no pueden hacer nada más por ustedes. Esto significa que, a partir de ahora, nuestra relación será mucho más directa, sin intermediarios molestos. Ustedes y nosotros. Su nómina y nuestra insaciable sed de beneficios.
No se molesten en apagar las luces para ahorrar. Sabemos que lo harán. Hemos calculado esa variable. La hemos introducido en nuestro algoritmo. Llamamos a ese factor la «elasticidad de su desesperación», y ya está descontada en el precio. Cada kilovatio que consuman será un dulce y caro recordatorio de su cautiverio.
Cualquier intento de resistencia es inútil. Recuerden que controlamos elementos esenciales de su existencia: su nevera, su lavadora, la serie de Netflix que ve por la noche. Somos los dueños de su confort. Y el confort, amigos, tiene un precio. Y ese precio, a partir de hoy, lo fijamos nosotros sin que nadie nos rechiste.
Gracias por su cooperación. No se preocupen, seguiremos suministrándoles la energía necesaria para que puedan seguir trabajando y, así, poder pagarnos.
Atentamente,
El Mercado.
El Bisturí del Absurdólogo: La Autopsia de la «Caja de Herramientas»
Lo que acabamos de leer es una parodia. Lo que ha dicho la Ministra, por desgracia, no lo es. La confesión de que la factura de la luz del Gobierno ya no tiene control es la bancarrota de la política.
¿Qué había en esa famosa «caja de herramientas» que ahora yace vacía? Hagamos inventario:
- El «Tope Ibérico»: Una solución ingeniosa que funcionó durante un tiempo, pero que el mercado, que es más listo que el hambre, ya ha aprendido a sortear. Era la aspirina para un cáncer.
- Las Rebajas del IVA: Un parche temporal. Bajar el impuesto de algo cuyo precio base se ha triplicado es como intentar apagar un incendio con una pistola de agua. Moja, pero no apaga.
- Los Llamamientos a la «Moderación» de las Eléctricas: Esto es lo más divertido. Pedirle a empresas como Iberdrola, que [anunció beneficios récord justo antes de subir tarifas], que se moderen, es como pedirle a un tiburón que se haga vegano. Te mirará, sonreirá (si pudiera) y te arrancará una pierna.
La «caja de herramientas» del Gobierno estaba vacía desde el principio porque carecía de la única herramienta que de verdad sirve para algo en esta pelea: las agallas. Las agallas para enfrentarse a un oligopolio con un poder desmedido, un sistema de fijación de precios diseñado en el Jurásico por un sádico y una legislación europea que, a menudo, parece escrita por los propios lobbies energéticos.
Así que, cuando el Gobierno dice que «no puede hacer nada más», lo que realmente está diciendo es: «No nos atrevemos a hacer nada más». No nos atrevemos a reformar el mercado, a meterle mano a los beneficios caídos del cielo, a plantarnos en Bruselas y decir que el sistema actual es un atraco a mano armada. Para más información sobre el fracaso de estas políticas, pueden consultar los análisis de expertos en medios como [El Confidencial].
Y mientras, usted, querido rehén, se prepara para un invierno que será largo, frío y, sobre todo, muy caro. El Gobierno se ha rendido. Pero no se preocupe. Seguirá estando ahí para las cosas importantes: para crear comités, para pelearse en el Congreso y, por supuesto, para cobrarle los impuestos con los que, teóricamente, debería protegerle de situaciones como esta.
Bienvenidos a la Edad Media Energética. Vayan acostumbrándose a la luz de las velas. Es «sostenible», es «romántica» y, lo más importante, no pasa por el contador.