Coherencia y Gobierno Progresista: la Brutal Amenaza de Sumar

Caricatura de la coalición de Gobierno en la cuerda floja, con Sumar exigiendo coherencia a un gobierno progresista.

El Bisturí del Día

El Contexto: La Mañana Siguiente al Ultimátum

Ayer, como ya analizamos en [nuestro artículo sobre la crisis de la coalición], Sumar lanzó la bomba: o se embargan las armas a Israel, o se acaba el amor. El Gobierno se tambaleó. Y hoy, para justificar una jugada que huele a órdago a la grande, el portavoz de Sumar ha salido a la palestra. No ha hablado de estrategia, ni de negociación. Ha sacado del baúl de la retórica política una de esas palabras grandilocuentes, una de esas que suenan a verdad universal.


La Cita:

Portavoz de Sumar: «La coherencia no es una opción, es una obligación para un gobierno progresista.»

La Traducción del Absurdólogo:

«Estamos hasta el mismísimo gorro de tragar sapos, de sonreír en la foto mientras por detrás nos metéis goles y de defender lo indefendible a cambio de cuatro migajas de poder. Esta vez no nos da la gana. Se acabó ser el felpudo progre de la coalición. O hacéis lo que decimos, o cogemos nuestros bártulos y os dejamos solos con el marrón. A ver qué tal se os da gobernar sin nuestros escaños.»

El Veneno: Autopsia de la Palabra «Coherencia»

En el diccionario de la política, la palabra «coherencia» es un arma nuclear. Es el último recurso. Es el botón rojo que un partido pulsa cuando ha decidido que el pragmatismo ya no le sale a cuenta.

Cuando un político empieza a hablar de «coherencia», no está haciendo una reflexión filosófica. Está mandando un mensaje muy claro, y ese mensaje es: «Se acabó la fiesta del ‘mal menor'».

Analicemos la anatomía de esta bomba retórica:

  1. El Marco Moral Superior: Al apelar a la coherencia de un gobierno progresista, Sumar se eleva por encima del fango de la negociación diaria. Se posiciona como el guardián de las esencias, la conciencia moral de la coalición. El PSOE, por contraposición, queda retratado como el partido cínico, el que está dispuesto a vender sus principios por mantenerse en el poder, el que se preocupa más por lo que dirá la OTAN que por lo que dicta su supuesta ideología. Es una jugada de una eficacia demoledora.
  2. La Trampa Perfecta: La palabra «coherencia» es una trampa mortal para el PSOE. ¿Cómo vas a argumentar en contra de ser coherente? ¿Vas a salir en rueda de prensa a decir: «No, mire, nosotros preferimos ser incoherentemente pragmáticos»? Es imposible. Te obliga a jugar en su tablero. Te obliga a defenderte, a justificarte, a admitir, implícitamente, que no estás siendo coherente.
  3. El Aviso a su Propio Electorado: Este mensaje no va solo dirigido a Pedro Sánchez. Va dirigido a los votantes de Sumar. Es una forma de decirles: «Oye, que no somos el caniche del PSOE. Que tenemos líneas rojas. Que somos la izquierda de verdad». En un momento en que las encuestas no les sonríen, necesitan desesperadamente un acto de reafirmación, una gesta que les devuelva la credibilidad ante los suyos. Necesitan demostrar que su presencia en el Gobierno sirve para algo más que para calentar un asiento en el Consejo de Ministros.

Lo que estamos presenciando no es un debate sobre política exterior. Es una lucha por el alma (y por los votos) de la izquierda. La coherencia en un gobierno progresista se ha convertido en el campo de batalla.

El problema de sacar a pasear la palabra «coherencia» es que es un boomerang. Porque ahora, la pregunta que muchos se harán es: ¿y dónde estaba esa misma exigencia de coherencia cuando se aprobó el aumento del gasto militar que pedía la OTAN? ¿O cuando se incumplieron otras promesas electorales?

La coherencia, en política, suele ser como el Guadiana: aparece y desaparece según la conveniencia del momento. Y hoy, a Sumar, le conviene que aparezca en todo su esplendor.

Así que, mientras digieren la comida, quédense con esta idea. Cuando un político le hable de «coherencia», desconfíe. Probablemente, lo que le está diciendo en realidad es que se le ha acabado la paciencia. O, lo que es aún más probable, que ha visto una encuesta.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *