La ONU se Despierta de la Siesta y Acusa de Genocidio a Israel. Israel Responde con su Arma Definitiva: una Campaña de Google Ads.

Caricatura del informe de la ONU sobre el genocidio de Israel, con Israel pagando a Google para cambiar los resultados de búsqueda y negar los hechos.

Buenos y apocalípticos días, feligreses del absurdo. Acomódense, porque la noticia de hoy es la crónica de un choque de civilizaciones. El choque entre la burocracia del siglo XX y la propaganda del siglo XXI. El choque entre la tortuga de la justicia internacional y la liebre del marketing digital.

El Veredicto de la Tortuga: la ONU Descubre lo Obvio

La Organización de las Naciones Unidas, ese organismo que fundamos con la noble intención de evitar más guerras y que ahora se dedica principalmente a escribir informes muy largos sobre por qué no ha podido evitarlas, ha tenido una epifanía. Tras meses de «investigaciones exhaustivas», de «comisiones de expertos» y de «deliberaciones profundas», ha llegado a una conclusión que te dejará sin aliento por su audacia: ha concluido que Israel podría haber cometido «actos de genocidio» en Gaza.

¡Bravo! ¡Un aplauso para nuestros valientes burócratas! Han descubierto, con solo unos meses de retraso y miles de muertos de por medio, lo que cualquier persona con acceso a internet y un mínimo de alma ya sospechaba. Es un hito de la perspicacia. Es como si, tras el hundimiento del Titanic, una comisión de expertos concluyera un año después que «existen indicios de que el barco podría haberse chocado con un iceberg».

Este informe del comité de la ONU sobre el genocidio de Israel es un monumento a lo evidente. Un documento de cientos de páginas para decir lo que se podría resumir en un tuit. Pero no seamos cínicos. Es un paso. Un paso de tortuga, sí, pero un paso al fin y al cabo. Es la primera vez que un organismo de este calibre utiliza la palabra «G» en un documento oficial.

Y, por supuesto, no podemos ignorar la deliciosa hipocresía que rodea a esta «valiente» declaración. La ONU, esa asamblea donde países como Estados Unidos tienen derecho de veto, ha tardado meses en condenar a un aliado estratégico de su principal socio. Es la doble vara de medir de siempre, como ya vimos en [nuestro análisis sobre la guerra interna del Gobierno español por este mismo tema]. Pero oye, más vale tarde que nunca. Supongo.

La Respuesta de la Liebre Digital: la Guerra del SEO

Y ahora, prepárense para el verdadero giro de guion. Ante una acusación de esta magnitud, la más grave que se le puede hacer a un Estado, ¿cuál ha sido la respuesta de Israel? ¿Ha enviado a sus mejores abogados a La Haya? ¿Ha presentado un contra-informe detallado? ¿Ha abierto una investigación interna?

No. Han hecho algo mucho más inteligente. Mucho más moderno. Han decidido que esto no es un problema legal. Es un problema de marketing.

Según informan varias fuentes, la estrategia de respuesta del Gobierno israelí no se está librando en los tribunales, sino en los servidores de Google. Han decidido combatir la acusación de genocidio con su arma más poderosa: una campaña de Google Ads. La idea es sencilla y brillante: cuando alguien en el mundo busque en Google «crímenes de guerra en Gaza» o «informe ONU genocidio Israel», el primer resultado que aparezca no sea el informe de la ONU, sino un anuncio pagado que diga: «Descubre la vibrante escena tecnológica de Tel Aviv» o «Israel, líder mundial en innovación y derechos LGTBIQ+».

Es la solución definitiva a los problemas del siglo XXI. ¿Te acusan de crímenes contra la humanidad? No te preocupes. Contrata una buena agencia de SEO. ¿La verdad es incómoda? Entiérrala bajo una montaña de anuncios. ¿La realidad es fea? Cómprate una realidad nueva.

Hemos conseguido crear un mundo donde la verdad ya no es lo que ha pasado. La verdad es lo que aparece en la primera página de Google. Y la primera página de Google, amigos, se puede comprar.

El Manual de la Propaganda Moderna

Para que entiendan la genialidad de esta estrategia, hemos conseguido en exclusiva un extracto del «Manual de Gestión de Crisis 2.0» que deben de estar usando:

  1. El Problema no es el Acto, es el Relato: No importa lo que hayas hecho. Lo que importa es lo que la gente cree que has hecho. El campo de batalla ya no es el territorio, es la mente del consumidor de noticias.
  2. La Verdad es un Algoritmo: La verdad es una variable que se puede optimizar. Con las palabras clave adecuadas, los anuncios correctos y un buen presupuesto, puedes conseguir que la «verdad» sea que tú eres la víctima y ellos los agresores.
  3. Si no Puedes Negar la Noticia, Inúndala: ¿Sale un informe negativo? No intentes desmentirlo. Publica mil noticias positivas (reales o inventadas) para que el informe se pierda en un mar de ruido. La sobreinformación es la mejor forma de desinformación.

Esta estrategia es la constatación de que la ONU y su acusación de genocidio a Israel pertenecen a mundos diferentes. La ONU sigue jugando al ajedrez, con sus reglas lentas y su diplomacia decimonónica. E Israel está jugando al Call of Duty, con ataques rápidos, propaganda viral y una estrategia digital que les mea en la cara.

Lo que estamos presenciando es el epitafio de las instituciones internacionales. ¿De qué sirve un informe de la ONU si puede ser contrarrestado por una campaña de marketing? ¿De qué sirve el Derecho Internacional si la opinión pública se moldea, no en los tribunales, sino en los algoritmos de recomendación de TikTok y YouTube?

Así que, mientras la ONU sigue redactando sus informes con la solemnidad de un monje copista medieval, el mundo real avanza a la velocidad de la fibra óptica. Un mundo donde, al parecer, un genocidio no es algo que se juzga, es algo que se «posiciona».

Buenos días. Y que sus resultados de búsqueda no estén patrocinados. Porque, a este ritmo, buscar «derechos humanos» en Google nos acabará llevando a la página de compra de un iPhone.

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