La NASA Encuentra Vida en Marte. Pobres Marcianos, no Saben la que se les Viene Encima.

Caricatura de un microbio marciano a punto de ser aplastado por un astronauta, como sátira del descubrimiento de vida en Marte.

Desde la consulta del Absurdólogo de Guardia, buenas tardes. Traemos una de esas noticias que deberían paralizar el planeta, hacernos replantear nuestro lugar en el universo y unir a toda la humanidad en un abrazo de asombro cósmico. La NASA, esa gente que se dedica a lanzar cacharros muy caros al espacio, ha anunciado que ha encontrado «indicios sólidos» de vida microbiana en Marte.

¡No estamos solos! ¡Hay bichitos en el planeta rojo! ¡Es el mayor descubrimiento de la historia de la ciencia!

Y, sin embargo, la reacción general ha sido… un «ah, qué guay» antes de seguir haciendo scroll para ver el último vídeo de un gato. Pero yo, que tengo una mente retorcida, no puedo evitar sentir una profunda y sincera pena por esos pobres microbios. Pobres e inocentes formas de vida marciana. No saben la que se les viene encima.

Porque este descubrimiento no es el principio de una nueva era de exploración pacífica. Es el pistoletazo de salida de la carrera para ver cómo podemos joderlo todo también allí. La noticia, que ya replican medios como [La Razón], es solo el primer paso.

Fases de la Conquista (y Explotación) de Marte

Basándonos en nuestra impecable trayectoria como especie, podemos predecir con bastante exactitud cómo se desarrollarán los acontecimientos:

Fase 1: La Excitación Científica (la Actual).
Los científicos están eufóricos. Hablan de «implicaciones filosóficas», de «buscar el origen de la vida». Es la fase bonita, la de los sueños y los documentales de Carl Sagan. Disfrútenla, porque dura poco.

Fase 2: La Prospección Comercial (Elon Musk se Frota las Manos).
En cuanto se confirme que hay algo vivo ahí, por pequeño que sea, entrarán en juego los de siempre. Las grandes corporaciones. ¿Se puede embotellar el agua de Marte? ¿Se puede extraer algún mineral raro del suelo marciano? ¿Podemos convertir a los microbios en un ingrediente exótico para yogures probióticos? La pregunta dejará de ser «¿qué podemos aprender de la vida en Marte?» para ser «¿cuánto podemos sacar por ella?».

Fase 3: La Colonización (y los Pisos Turísticos).
Llegarán las primeras misiones tripuladas. Y con ellas, la civilización. Es decir: la burocracia, la especulación inmobiliaria y los souvenirs. No me extrañaría que el primer edificio que construyamos en Marte no sea un laboratorio, sino una oficina de un fondo de inversión para vender parcelas con «vistas al Olympus Mons». Pronto tendremos el primer debate sobre la regulación de los pisos turísticos en el cráter Jezero.

Fase 4: La Contaminación y el Conflicto.
Y, por supuesto, llevaremos con nosotros lo mejor de nuestra cultura: la basura, los conflictos y la política. Los microbios marcianos, que llevaban millones de años viviendo en paz, de repente tendrán que lidiar con nuestros plásticos, nuestras rencillas y, probablemente, con una guerra entre la colonia china y la estadounidense por el control del acuífero más grande.

Fase 5: La Nostalgia (el «Antes Todo Era Mejor»).
Y en 200 años, cuando hayamos convertido Marte en un vertedero con McDonald’s y atascos, nuestros tataranietos mirarán al cielo rojo y dirán, con un suspiro: «Qué bonito era Marte antes, cuando solo había rocas y microbios. Lo hemos estropeado todo». Como ya analizamos en [nuestra homilía sobre la tiranía de la nostalgia], somos expertos en destruir el presente para luego idealizar el pasado.

Así que sí, la noticia de que hay vida en Marte es emocionante. Pero también es un poco como enterarse de que han descubierto una nueva tribu no contactada en el Amazonas. Tu primera reacción es de asombro. La segunda, de pánico. Pánico por ellos.

Pobres microbios. Disfrutad de vuestra paz mientras podáis. Porque los terrícolas vamos de camino. Y tenemos una habilidad especial para convertir cualquier paraíso, por lejano que esté, en un polígono industrial con problemas de aparcamiento.

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