Desde la consulta del Absurdólogo de Guardia, a veces, nos llegan documentos. Papeles que no deberían ver la luz, susurros de los pasillos del poder. Hoy hemos interceptado un memorándum interno, una nota desesperada que va desde la central de nuestros servicios de inteligencia hasta la moqueta de la Moncloa. Es una joya de la literatura del desastre.

MEMORÁNDUM INTERNO – CONFIDENCIAL (O LO ERA HASTA AHORA)

PARA: El Excelentísimo Señor Presidente del Gobierno.
DE: Agente Anacleto, Departamento de «A ver qué coño hacemos ahora».
ASUNTO: Un detallito sin importancia sobre nuestra relevancia internacional.

Estimado Presidente,

En primer lugar, permítame felicitarle por su valiente y coherente política exterior. La firmeza mostrada en el conflicto de Oriente Próximo, que ha culminado con la ruptura de facto de la cooperación en materia de inteligencia, ha sido, sin duda, un gesto de un impacto formidable. Sobre todo, para nosotros.

Le escribo este breve informe, que medios como [El Español] ya han empezado a filtrar, para actualizarle sobre las consecuencias prácticas de dicha firmeza. La situación, resumiendo, es que nuestros «amigos» internacionales han decidido que ya no quieren jugar con nosotros. El impacto del deterioro de la relación del CNI y la seguridad con Israel es más grave de lo previsto.

A continuación, un breve resumen del estado de nuestras relaciones con servicios de inteligencia «amigables»:

El Mossad (Israel): Nos han dejado en visto. Literalmente. Nuestros intentos de contacto son respondidos con el doble check azul de WhatsApp, pero sin respuesta. El otro día, nuestro enlace en Tel Aviv vio a su homólogo del Mossad por la calle, y este se cruzó de acera fingiendo que no le había visto. Creemos que la relación es, en términos técnicos, «mejorable».
La CIA (EE.UU.): Han pasado de la colaboración a la condescendencia. Cuando les pedimos información sensible sobre células yihadistas, nos responden con memes y enlaces a la Wikipedia. Su última comunicación oficial fue un GIF de un gato encogiéndose de hombros. Consideran que, al romper con su principal socio en la región, nuestra fiabilidad es la de un reloj de los chinos.
La DGED (Marruecos): Estos son más sutiles. No nos ignoran. Simplemente, la información que nos pasan ahora es de una calidad dudosa. Su último chivatazo sobre un posible atentado resultó ser la dirección de un local de intercambio de cromos. Creemos que se están riendo de nosotros.

Presidente, el mundo de la inteligencia es un club. Un club donde la confianza es la moneda de cambio. Es un «yo te doy un cromo de un terrorista, tú me das un cromo de un traficante de armas». Al romper la baraja con Israel, hemos roto la confianza. Y ahora, el resto de los niños del patio ya no nos quieren en su equipo.

Entendemos que la política exterior tiene sus gestos, su propaganda, su necesidad de contentar a sus socios de coalición, como ya vimos en [el ultimátum de Sumar]. Pero mientras ustedes hacen gestos, nosotros nos quedamos ciegos, sordos y mudos ante amenazas reales que afectan a la seguridad de todos los españoles.

No se preocupe. Ya estamos trabajando en fuentes de información alternativas para suplir la falta de datos del CNI sobre la seguridad con Israel y sus aliados. Hemos abierto una cuenta en Forocoches y estamos monitorizando varios canales de Telegram muy interesantes. Los resultados, de momento, son prometedores.

Afectuosamente,
Sus espías (los que todavía no han pedido el traslado a Correos).