Recibimos en la consulta una misiva urgente, escrita con la caligrafía de quien teme que su casa sea asaltada por una turba de tertulianos.
Estimado Absurdólogo,
Hoy es 11 de septiembre. Soy catalán, pero de los que no gritan mucho. Me gusta mi tierra, me gusta mi gente y, sinceramente, solo quería aprovechar el día festivo para intentar montar ese mueble de Ikea que lleva dos meses en la caja. Pero es imposible. En la tele, solo hay especiales sobre la Diada. Mi Twitter es un campo de batalla de banderas. Y mi cuñado, que ha venido de Soria a pasar el puente, ya me ha preguntado tres veces si «esto» va a acabar algún día. Doctor, ¿hay algún búnker donde pueda esconderme hasta mañana?
Atentamente,Un Ciudadano Atonal.
Estimado Ciudadano Atonal,
Comprendo perfectamente su angustia. El 11 de septiembre en Cataluña se ha convertido en una especie de evento olímpico de la identidad, una jornada en la que se practican diversas disciplinas de alta competición. Para ayudarle a usted y a otros miles de ciudadanos que solo aspiran a sobrevivir, he preparado una guía de las pruebas que se disputan hoy.
Disciplina 1: La Guerra de Cifras (Modalidad: Matemáticas Creativas)
Es la prueba reina, el maratón de la Diada. Comienza por la tarde, justo cuando acaba la manifestación.
- Los contendientes: Por un lado, la Guardia Urbana de Barcelona, que usará un método científico basado en contar cabezas por metro cuadrado (y, probablemente, en restar a los que lleven gorra). Por otro, los organizadores de la manifestación, que usarán un método más espiritual basado en «la sensación de la calle» y en multiplicar por cinco el resultado de la Guardia Urbana.
- El resultado: La Guardia Urbana dirá que han asistido 150.000 personas. Los organizadores, que han sido dos millones. Y la verdad, como siempre, estará en un lugar solitario y aburrido al que a nadie le importa ir.
Disciplina 2: El Lanzamiento de Titulares (Modalidad: Halterofilia Verbal)
Esta competición se disputa en los atriles de las sedes de los partidos políticos y en las tertulias de la noche.
- La técnica: Consiste en lanzar el titular más contundente posible. Frases como «un éxito sin precedentes que demuestra la voluntad de un pueblo» compiten contra «un fracaso estrepitoso que certifica el fin del procés». No hay puntos por matices ni por análisis sosegados. Solo por la contundencia.
- El ganador: El que consiga que su titular sea el que se repita en bucle en los informativos del día siguiente.
Disciplina 3: El Salto de Ofendido (Modalidad: Gimnasia Rítmica Emocional)
Una disciplina muy popular en las redes sociales.
- La ejecución: Consiste en coger cualquier anécdota del día (un político que no aplaude, una bandera que se pone al revés, alguien que pide un bocadillo en el idioma «equivocado») y sentirse profundamente ofendido por ello. Se valora la rapidez en la ofensa y la capacidad de convertir un detalle nimio en una afrenta a todo un pueblo.
- Puntuación: Se mide en número de retuits y en la cantidad de insultos generados en los comentarios.
Disciplina 4: El Decatlón del Cuñado (Modalidad: Sabelotodo)
Esta es la prueba más dura para los sufridos ciudadanos como usted. El contendiente (su cuñado de Soria, en este caso) debe demostrar su dominio en diez disciplinas distintas: historia, derecho constitucional, economía, sociología, vexilología (el estudio de las banderas), demoscopia, estrategia política, relaciones internacionales, psicología de masas y, por supuesto, fútbol.
- El objetivo: Arreglarlo todo en una sobremesa.
- Su papel: Asentir, mirar al infinito y pensar en ese mueble de Ikea que le espera.
Diagnóstico y Tratamiento
Usted, querido amigo, sufre de «fatiga de la identidad». Es el agotamiento que produce vivir en un lugar donde todo, desde el idioma en que pides el café hasta la fiesta autonómica, se ha convertido en una trinchera.
Diagnóstico: Es usted una persona normal. Y eso, en los tiempos que corren, es una forma de heroísmo.
Tratamiento:
- Apague la tele. En serio. No le aportará nada que no sepa ya.
- Silencie la palabra «Diada» en Twitter. Su salud mental se lo agradecerá.
- Con su cuñado, use la técnica del «pues sí, es complicado». Es una frase maravillosa que no significa nada pero que zanja cualquier debate.
- Monte ese mueble de Ikea. Es una actividad frustrante, sí, pero al menos, al final del día, tendrá una estantería. Después de un día de debates políticos, no suele quedar nada tangible, solo más enfado.
No se preocupe. Mañana será día 12. La vida, con sus problemas reales y aburridos, volverá. Y la Diada, como una resaca, se irá disipando hasta el año que viene.
Atentamente,
El Absurdólogo de Guardia.
