Desde la consulta del Absurdólogo de Guardia, buenas tardes. Pónganse cómodos, que hoy, para comer, el Gobierno nos sirve un plato exquisito: una ración de esperanza con guarnición de letra pequeña y salsa de realidad en la cara. Tras meses de espera, ¡por fin se ha presentado el Gran Plan de Avales del ICO para la Compra de Vivienda por Jóvenes!
¡Qué emoción! ¡La solución definitiva al problema que asfixia a una generación entera! Por fin, los jóvenes podrán dejar de compartir piso con cinco desconocidos y un hámster, y acceder al sueño de la propiedad.
Para celebrar este hito histórico, hemos decidido publicar las bases legales del sorteo, tal y como nos las han pasado desde Moncloa. Lean con atención, no se pierdan ningún detalle.
¡GRAN RIFA NACIONAL PRO-VIVIENDA JUVENIL!
Organizan: El Gobierno de España (y sus amigos de la banca)
¡Participa y Gana el Sueño de tu Vida: un Aval para que el Banco te Conceda el Privilegio de Endeudarte durante los Próximos 35 Años!
¿QUIÉN PUEDE PARTICIPAR?
¡Es muy sencillo! Para poder optar a este magnífico premio, solo tienes que cumplir unos pequeños requisitos. Son muy flexibles, pensados para ti, joven dinámico y precario.
- REQUISITO DE EDAD: Tienes que ser menor de 35 años. La edad perfecta, ese momento mágico en el que aún tienes algo de pelo pero ya has desarrollado una ansiedad crónica por el futuro. Si tienes 36, lo sentimos. Ya eres oficialmente un viejo para el sistema. Haber cotizado 15 años no importa, pero haber cumplido 36 es un pecado imperdonable.
- REQUISITO DE INGRESOS (La Cláusula del Unicornio): Aquí viene lo bueno. Para demostrar que eres un joven solvente que necesita ayuda, tus ingresos anuales no pueden superar los 37.800 euros brutos. Pero, ¡atención!, para que el banco considere que eres digno de recibir una hipoteca, tus ingresos mensuales deben rondar los 3.000 euros netos.
Sí, has leído bien. Buscamos a ese espécimen mitológico, a ese unicornio laboral: el joven menor de 35 años que gana 3.000 euros al mes pero que, a la vez, no llega a los 37.800 brutos al año (lo que, matemáticamente, es un imposible). Es una prueba de acceso diseñada por el mismísimo M. C. Escher. Si cumples este requisito, no necesitas un aval, necesitas un puesto como Ministro de Economía. - REQUISITO GEOGRÁFICO (La Cláusula de «La España Vaciada a la Fuerza»): La vivienda que quieres comprar no puede superar un tope de precio. Un tope tan ajustado que, en ciudades como Madrid o Barcelona, solo te da para comprar un trastero con derecho a usar el baño del descansillo.
Pero no te preocupes, ¡tenemos la solución! Para que el precio te encaje, te recomendamos encarecidamente que te mudes a un pueblo de menos de 500 habitantes. De esos donde la cobertura del móvil es una leyenda urbana y el vecino más cercano es un jabalí. Así, no solo solucionamos tu problema de vivienda, ¡sino también el de la despoblación! ¡Dos pájaros de un tiro! Fomentamos el teletrabajo en lugares donde, con suerte, la conexión a internet llega por señales de humo. - REQUISITO DE AHORROS PREVIOS: Aunque te avalamos parte de la entrada, tú tienes que poner el resto. Es decir, tienes que haber ahorrado unos 20.000 o 30.000 euros. Una cantidad irrisoria para cualquier joven que destina el 62% de su sueldo de 1.200 euros a pagar el alquiler de una habitación. ¡Ahorrar ese dinero es pan comido! Solo tienes que dejar de hacer cosas superfluas como comer, pagar facturas o tener vida social.
¿CÓMO PARTICIPAR?
Si, tras leer estos sencillos requisitos, sigues pensando que eres el elegido, el proceso es muy fácil. Solo tienes que ir a tu banco (ese amigo que siempre te ayuda), presentar una montaña de papeles que haría palidecer a un notario y esperar a que el director de la sucursal te mire con esa mezcla de pena y superioridad antes de decirte que «tu perfil no encaja».
CONCLUSIÓN
Este plan de avales no es un plan de avales. Es una obra de arte conceptual. Es una medida diseñada, no para que los jóvenes compren una casa, sino para que el Gobierno pueda decir en la próxima rueda de prensa que «está haciendo algo por los jóvenes». Es una medida para la foto, para el titular, para el tuit.
Es la caridad del Estado que es una burla. Es dar una limosna, pero poniendo la condición de que, para cogerla, tienes que ser capaz de saltar tres metros en vertical.
Así que, queridos jóvenes, no se desanimen. El Gobierno ha pensado en ustedes. Ha creado un laberinto burocrático, una carrera de obstáculos imposible, un sorteo en el que el único premio es la frustración. Y todo, por su bien.
¡Suerte a todos los participantes! La van a necesitar.